Hace más de 30 años que se conocían los primeros casos de
una nueva enfermedad: el SIDA.
Está causada por un virus, el virus del SIDA. En la mayoría de los casos era mortal, y sin duda lo más relevante es que se trasmitía de persona infectada a personas sanas a través de los fluidos corporales (sangre, semen..) y que afectaba a población joven y sana.
Está causada por un virus, el virus del SIDA. En la mayoría de los casos era mortal, y sin duda lo más relevante es que se trasmitía de persona infectada a personas sanas a través de los fluidos corporales (sangre, semen..) y que afectaba a población joven y sana.
Desde entonces se han estudiado mucho los diferentes
aspectos de esta enfermedad, las complicaciones, los posibles tratamientos. Se
investiga con gran interés y se van dando pasos respecto a una vacuna. Se hacen
montones de campañas en todo el mundo para sensibilizar a la población, para
tratar de normalizar la enfermedad y sobre todo campañas para prevenir el
contagio de nuevos casos.
Inicialmente esta infección se atribuyó a grupos de riesgo,
luego se vió que estaba asociada a prácticas de riesgo (drogodependientes, prostitución, promiscuidad) esto hizo que el
rechazo social fuera lo más doloroso para estos pacientes que, además de sufrir
una enfermedad grave y mortal, sufrían el aislamiento derivado del “secreto del
diagnóstico” y del miedo a contagiar a
sus seres queridos.
En el mundo a finales de 2016 había 36,7 millones de
personas infectadas.
De éstas sólo 20,9 millones (53 %) reciben tratamiento.
Durante estos años hemos visto también que una gran parte de
las personas infectadas desarrollan la enfermedad SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida), y que si no se les trata mueren en un plazo breve de tiempo. Pero
del mismo modo estamos viendo que con el tratamiento ha pasado de ser una
enfermedad mortal a ser una enfermedad crónica, lo cual supone un gran avance,
pero fijaros, casi la mitad de las personas infectadas aún no ha recibido tratamiento médico y
seguramente no lo reciba nunca; esto se debe a diversas causas, de las cuales
voy a enumerar algunas:
- Desconocimiento de la enfermedad.
- Dificultad para el diagnóstico.
- Falta de recursos.
- Estigma social.
- Dificultad para acceder al tratamiento.
- Escasa colaboración de la industria farmacéutica.
Cada una de estas personas que no puede recibir tratamiento
adecuado es un problema para ella, su familia, sus amigos, su comunidad y para
su país. Y es un posible vehículo de
contagio para los demás.
¿Y nosotros que podemos hacer?
En primer lugar informarnos adecuadamente de cómo evitar el contagio y no minusvalorar el riesgo.
En primer lugar informarnos adecuadamente de cómo evitar el contagio y no minusvalorar el riesgo.
Segundo, favorecer que las personas infectadas reciban el
tratamiento oportuno y que no sufran ningún tipo de discriminación, empezando
por nosotros.
También podemos participar
de alguna manera con las organizaciones que luchan contra el SIDA.
Para terminar os invito a ver el video que ha evitado Naciones
Unidas con motivo del día Mundial del SIDA
Este video muestra el objetivo de este año LA PREVENCION DE
NUEVOS CASOS que es tarea de todos. https://youtu.be/952N6V27AKM
María José Lahoz
María José Lahoz
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